Se dice que es síndrome de muerte súbita, ya que los bebés sin causa alguna, de hecho, en la mayoría de los casos suelen quedar en sus cunas y hasta luego de mucho rato es que sus padres se dan cuenta.
Este sindroma aparece en el 90% de los casos antes del primer año de edad, puede tratarse de una asfixia.
Debido a ello, en el ámbito profesional se recomienda a los padres poner a los bebés boca abajo, esto hará que tengan mejor oximetría, y en caso de vomito no se ahoguen.
Sin embargo, hay varias formas de evitar que nuestro bebé padezca de muerte súbita siendo un lactante.
Principales factores de riesgo – Muerte súbita en bebés
- Poner a dormir al bebé boca abajo.
- Empleo de jergones blandos o bien que el bebé se quede dormido en sofás o bien cojines.
- El síndrome de muerte súbita del bebé se genera con mayor incidencia en los meses más fríos del año.
- Síntomas de infección viral respiratoria o bien gastrointestinal días ya antes de la muerte.
- Bebés expuestos al humo del tabaco o bien en lugares donde se fuma frecuentemente.
- Nutrición con leche de fórmula (no lactancia materna).
- Temperatura media en la habitación demasiado alta o bien baja.
- Emplear ropa de cama en demasía.
- El colecho aumenta el peligro de SMSL. En especial, si los progenitores son fumadores, tras el consumo de alcohol, drogas, medicamentos sedantes o bien tranquilizantes.
- Posible anemia del bebé.
- La edad del bebé es un factor de peligro. El peligro de sufrir SMSL aumenta de los dos a cuatro meses de vida.
- Partos prematuros (el peligro de SMSL es 4 veces mayor).
- Bebés de bajo peso.
¿Cómo tratar una pérdida de este tipo?
Los progenitores que han perdido un hijo por síndrome de muerte súbita del lactante no están listos para la desgracia y están entristecidos.
Como no puede encontrarse ninguna causa terminante de la muerte de su hijo, acostumbran a presentar sentimientos de culpa excesivos, que pueden ser agravados por investigaciones efectuadas por la policía, asistentes sociales o bien otros.
Los miembros de la familia requieren apoyo no solo a lo largo de los días de forma inmediata siguientes a la muerte del lactante, sino más bien a lo largo de cuando menos múltiples meses para asistirlos en su duelo y desvanecer los sentimientos de culpa.
Este género de apoyo incluye, toda vez que resulte posible, una visita domiciliaria inmediata para observar las circunstancias en las que se generó la muerte súbita y para informar y aconsejar a los progenitores respecto de la causa de la muerte.
La necropsia debe efectuarse velozmente. Cuando se conozcan los resultados preliminares (generalmente, en las doce horas), han de ser informados a los progenitores.
Ciertos médicos aconsejan una serie de visitas domiciliarias o bien en el consultorio a lo largo del primer mes para seguir con conversaciones anteriores, contestar preguntas y dar a la familia los resultados finales (microscópicos) de la necropsia.